Calico Ghost Town y Ruta 66

Williams coche clásico

¡Hola Nómadas! Os traemos un nuevo día del Itinerario por la Costa Oeste que teníamos planeado: Calico Ghost Town y Ruta 66 (Kingman acabando en Williams). Estas dos paradas no son imprescindibles en la ruta, pero es bueno ir parando cada ciertos kilómetros para estirar las piernas y Calico nos pareció una buena opción a mitad de camino entre Los Ángeles y Williams.

Nuestro caluroso día comienza sobre las 7 de la mañana saliendo de Los Ángeles, desde el Coral Sand Motel para afrontar nuestro primer día por carretera ya que nuestro punto final es la localidad de Williams (Arizona), localidad que tomaremos como base para el día siguiente poder visitar el Gran Cañón del Colorado.

La carretera de Los Ángeles se extiende ante nosotros, llena de tráfico ya que es rush hour, la ventaja es que podemos usar el car pool, para dos o más personas en el mismo coche, que se mueve con mucha más fluidez ya que la mayoría de los coches van ocupados por una sola persona.

Dejamos atrás Pasadena sin haber visitado a Sheldon Cooper y compañía 😛 y conducimos durante casi dos horas hasta llegar a Calico Ghost Town nuestra primera parada del día.

Parada en Calico Ghost Town

Se trata de un pueblo del antiguo Oeste, fue reconstruido en los años 50 tras haber caído casi en su desaparición por la caída del precio de la plata, haciendo que sus minas no fuesen viables económicamente hablando.

  • Horario: Open daily 9:00 a.m. – 5:00 p.m. except Christmas Day
  • Entrada: 9$.
  • Montar en las atracciones el precio es aparte de esa entrada.

Calico inicialmente se trataba de una colonia minera que debido al auge de la plata y otros minerales llegó a convertirse en una población referente en la zona, tanto que llegaron a tener más de 3.500 habitantes.

Cuando la extracción de los minerales fue disminuyendo lo mismo hizo su número de habitantes. Ahora mismo es más turístico que otra cosa, pero no deja de resultar curioso el poder visitarlo e imaginarte como hubiera sido vivir en un sitio como este, con tal calor… y un trabajo tan duro, porque está situado en pleno desierto. Sientes la dureza del ambiente y el calorazo que tenía que soportar esta gente trabajando en la mina y en esas condiciones porque a las 10 y poco de la mañana ya haría unos 30 grados.

Si que nos resultó un poco sacadineros algunas cosas ya que para hacer otras actividades complementarias durante la visita: montar en trenecito, una visita histórica, una adivinación… tienes que pagar otros dólares aparte más.

Es sobre todo un lugar pintoresco para hacer fotos como si estuvieras en el Far West y comprar algo realizado por nativos.

Parada en el Peggy Sue’s Diner

Desde Calico Ghost Town, a tan solo unos 5 minutos en coche y habiendo pasado previamente por su interjección, nos acercamos al famosísimo Diner, Peggy Sue’s, un lugar de carretera ambientado en los años 50.

Su exterior ya es llamativo, en forma de gramola gigante, y su interior parece anclado en los años 50. Fue abierto precisamente en 1954 y reabierto en los años 80 conservando todo ese sabor a lo Grease.

Cuando llegamos el restaurante, a la derecha nada más entrar, estaba bastante lleno ya que era la hora de comer para los locales (12:30h) pero nosotros íbamos buscando algo más ligero, por lo que nos decidimos a tomar un batido de cerezas y otro de fresas bien fresquito y rico rico (además de cuantioso) sobre unos 5$/cada uno. Suponemos que en 2024, tras varios años de la visita, este precio haya podido subir algo.

No hay que olvidar dejar la propina… porque en cuanto ven que eres de fuera ya te ponen cara un poco gruñona, la verdad, estarán escarmentadas. Las camareras van ataviadas como de la época aunque un poco modernizadas, pero por su edad parece que llevan allí los mismos años que el diner XDD jiji

Parada en Kingman – Ruta 66

Desde este punto nos dirigimos otras casi dos horas por carretera -conduciendo este automático tan fácil en carreteras rectas- para llegar a Kingman, un pueblo dentro de la ruta 66. Kingman está dentro del condado de Mohave en Arizona.

Ya son las 3 y pico de la tarde, así que nuestro hambre nos hace rugir el estómago. Sin tener investigado previamente este local, a pesar de ser bastante típico, llegamos a Mr Dz Route 66 Diner. Tiene parking propio, donde nos atienden bastante bien y probamos lo que realmente son nuestras primeras burgers/sándwich en este país, no están mal de calidad ni de precio pero tampoco son las mejores del mundo (12$ aprox/persona con patatas incluidas).

Su exterior es un tanto característico, y se encuentra también ambientado en los años 50, con imágenes de Elvis o Marilyn Monroe, algo típico pero que funciona 😉

Otra de sus visitas se encuentra justo en el parque de al lado del restaurante, es una locomotora a vapor que fue donada en 1953 a la ciudad, conocida como Santa Fe. Y, justo enfrente de esta puedes encontrar el Museo de la ruta 66, nosotros no llegamos a entrar porque ya íbamos algo justos de tiempo para llegar bien a Williams.

Dónde comer en la ruta

En estar uta de cientos de kilómetros no hay muchos sitios en realidad donde parar a comer sin tener que desviarte demasiado. Según la hora que tengas puedes parar en la localidad de Barstow, es la más grande cercana a Calico, más adelante tendrás Needles y Kingman, con Filiberto’s Mexican Food como opción o el propio Mr Dz que os comentábamos.

Por último, en Williams encontrarás varios restaurantes y locales para comer o tomar algo en la avenida principal, a pesar de ser una localidad pequeña.

Williams – Ruta 66. Alojamiento

Después de reponer fuerzas y hacer unas cuantas fotos por la zona, nos ponemos de nuevo en marcha rumbo al destino final, Williams, al que no queremos llegar de noche.

Tras casi otro par de horas más o menos, llegamos a nuestro hotel, el Travelodge Grand Canyon Williams, donde nos atienden muy bien. Tras dejar las cosas rápido nos disponemos a disfrutar del atardecer por la localidad.

Williams es una localidad pequeña, de unos 3.000 habitantes y con un ambiente muy agradable, es parada obligatoria dentro de la ruta 66 y una de las localidades más cercanas al Gran Cañón con variedad hotelera. Es una población que por lo que observamos prácticamente vive del turismo que genera la zona.

Nada más entrar vemos su año de fundación (1881), con una entrada pintoresca, y muchas tiendecitas en la calle principal para volverte loco con diferentes souvenirs de la ruta 55, del Gran Cañón, de Arizona… Igualmente podemos encontrar varios locales para comer con música country en directo como podemos comprobar, en el exterior, lo que le da un toque muy bonito.

Tras dar la vuelta de rigor, pararnos y comentar cada escaparate con productos de nativos americanos, matrículas, discos antiguos, etc nos dirigimos a reponer fuerzas con nuestra propia cena en el hotel y a dormir… en una de las mejores camas que he probado en mucho tiempo.

Mapa de la ruta

Ver a pantalla completa o podéis descargaros en archivo en formato KML desde nuestro Dropbox para vuestro viaje.


Guía sobre la Costa Oeste. No olvidéis que podéis ver el itinerario completo en diferentes artículos.

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Si tenéis cualquier consulta, no dudéis en poneros en contacto a partir de las diferentes vías disponibles.

¡Hasta pronto, Nómadas!

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